El departamento figura muy por debajo de la media nacional en cobertura de internet, acceso a computadores y demás elementos que determinó el Gobierno Nacional como mecanismos para brindar educación virtual.
La coyuntura por cuenta del covid-19 desnuda las deudas históricas que tiene el Estado con los niños, niñas y jóvenes en materia educativa, pero estas falencias se hacen más notorias en el área rural y comunidades vulnerables.
El Gobierno Nacional determinó que, para dar continuidad al calendario académico, desde ayer se optaría por la educación virtual mediante la implementación de mecanismos tecnológicos.
Para el Huila, llevar a cabo este proceso es complejo dado su gran porcentaje de población rural y rural disperso, donde difícilmente existe acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.
El departamento cuenta con una cobertura de internet de solamente 25,7%, muy por debajo de la media nacional en 43,4%, de acuerdo con el último censo nacional de población y vivienda, realizado por el Dane.
En la Secretaría de Educación del Huila hay 132.300 personas matriculadas, incluyendo adultos y jóvenes, y excluyendo Pitalito y Neiva. Se cuenta con 1.454 establecimientos y sedes educativas, de las cuales aproximadamente el 65% están ubicadas en el área rural.
La ventaja es que muchas son cercanas a pueblos y hay posibilidades para la conectividad. El problema se agrava cuando el turno es para la ruralidad dispersa, municipios como Colombia, Íquira, La Argentina, Aipe, Algeciras, entre otros, dijo el secretario de Educación Departamental, Luis Alfredo Ortiz Tovar.
“Es todo un reto, es la primera vez que se dará y todos estamos empeñados en que salga adelante. Se tiene que interactuar entre estudiantes, docentes y rectores para garantizar el proceso académico”.
El Dane también estima que, del total nacional, solamente un 41,6% de los hogares posee computador de escritorio, portátil o tableta; 50,8% de esta población reside en cabeceras municipales, y una mínima cantidad de 9,4% en centros poblados y rural disperso.
“Es complejo que estos mecanismos tecnológicos puedan llegar, esto es un desafío, el de nosotros es en materia educativa, pero que en general asiste a toda la humanidad, hay que resaltar el sentido de deber y pertenencia de los rectores, profesores, que han asumido la situación con toda su laboriosidad. Es la oportunidad también para invitar a los padres y madres de familia, quienes jugarán un papel muy importante al interior de sus hogares”, sostuvo el funcionario.
Reinventando la enseñanza
Ante ese panorama, los docentes en el área rural tienen iniciativas para que los estudiantes accedan a su derecho a la educación, aunque no necesariamente por medios virtuales. Los profesores optaron por medidas alternativas como textos, guías, libros y proyectos.
Tal es el caso de la Institución Educativa La Arcadia, a 40 minutos del casco urbano de Algeciras. Allí se han inclinado por, entre otras estrategias, crear huertas caseras y en torno a ese trabajo articular las diferentes áreas que se ofrecen en el plantel.
“No estamos hablando de currículo, evaluación o notas, se trata de un proceso de acompañamiento y eso también ha tranquilizado a los papás”, contó Rosa Fernanda Collazos, docente del área de español.
“Los materiales los tenemos casi listos, estamos coordinando cómo hacerlos llegar hasta los padres de familia. Nosotros los creamos, los vamos a imprimir y entregar, por medio de los presidentes de Junta de Acción Comunal o en algunos puntos específicos de la vereda, estamos definiendo, porque también nos encontramos realizando un diagnóstico para establecer cómo están las familias de conectividad”, agregó.
El temor radica en que en el norte y occidente del Huila requieren urgentemente mano de obra para la recolectar el café. Por la emergencia sanitaria, serían los niños y jóvenes quienes se desempeñen en estos oficios, provocando un descuido en sus estudios.
Pese al enorme interés que tienen los docentes de brindar una educación de calidad, ello no sería suficiente para avanzar en las clases virtuales. Zoilo Cháux Jaramillo, vicepresidente nacional de Confenalpadres, recordó que no existen soportes técnicos suficientes en todos los centros educativos, ni en el sector rural ni urbano. “Más del 60% de los niños en Colombia no tienen la posibilidad de recibir la clase virtual, es decir, no tienen una tablet, computador o celular, y si lo tienen, para muchos la zona en la que están no hay servicio de internet”.
“No estábamos preparados, nos tomó de sorpresa de la noche a la mañana, el sistema educativo está muy atrasado frente a otros países. La mayoría de estudiantes son de escasos recursos, precisamente por eso tenemos que luchar para que el Programa de Alimentación Escolar les brinde un bocado de comida. Es como pretender que cada niño tenga un computador o celular de alta gama, la situación es que no tienen el dinero”, agregó.
LA NACIÓN